Jesús y el servicio

Marcos 9:14-37

14 Cuando regresaron adonde estaban los otros discípulos, vieron una gran multitud que los rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos. 15 Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida, y corriendo hacia El, Lo saludaban. 16 ¿Qué discuten con ellos? les preguntó.

17 Y uno de la multitud Le respondió: Maestro, Te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo, 18 y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Dije a Tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no pudieron.

19 Jesús les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo los tendré que soportar? ¡Traigan al muchacho! 20 Y lo llevaron ante El. Cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y éste, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos.21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Desde su niñez, respondió. 22 Muchas veces ese espíritu lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si Tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.

23  ¿Cómo si Tú puedes? le dijo Jesús. Todas las cosas son posibles para el que cree. 24 Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúdame en mi incredulidad. 25 Cuando Jesús vio que la gente corría a reunirse, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, Yo te ordeno: sal de él y no vuelvas a entrar en él.

26 Después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, el espíritu salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: ¡Está muerto! 27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie. 28 Cuando Jesús entro en casa, Sus discípulos Le preguntaban en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo? 29 Jesús les dijo: Esta clase con nada puede salir, sino con oración.

30 Saliendo de allí, iban pasando por Galilea, y El no quería que nadie lo supiera.31 Porque enseñaba a Sus discípulos, y les decía: El Hijo del Hombre será entregado en manos de los hombres y Lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará. 32 Pero ellos no entendían lo que les decía, y tenían miedo de preguntar a Jesús.

33 Llegaron a Capernaúm; y estando ya en la casa, Jesús les preguntaba: ¿Qué discutían por el camino? 34 Pero ellos guardaron silencio, porque en el camino habían discutido entre sí quién de ellos era el mayor. 35 Jesús se sentó, llamó a los doce discípulos y les dijo: Si alguien desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos. 36 Tomando a un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en los brazos les dijo: 37 El que reciba a un niño como éste en Mi nombre, Me recibe a Mí; y el que Me recibe a Mí, no Me recibe a Mí, sino a Aquél que Me envió.